¿Qué es el Apocalipsis?

¡Eventos
asombrosos estremecerán pronto al mundo entero! Grandes profecías en el libro de Apocalipsis muestran cómo y cuándo ocurrirán estos eventos catastróficos.
Este folleto contiene entendimiento vital que cambiará para siempre su
perspectiva sobre el futuro. ¡Pero usted debe tener las llaves para abrirlo! Y debe examinar cada
escritura citada — junto con la totalidad de Apocalipsis. Este impresionante
libro de profecía está abierto, revelado y explicado — ¡por fin!

La intranquilidad crece diariamente alrededor del mundo. El terrorismo
aumenta. Las malas noticias se incrementan, mientras que las buenas noticias
son cada vez más escasas.
¡Las condiciones empeoran diariamente!
El hombre ha aprovechado el poder del átomo. La ciencia y la tecnología
aparentemente se han salido de control, produciendo nuevas invenciones más
horrendas. Ahora, más y más países poseen armas de destrucción masiva. Este
peligro es agravado porque la desconfianza y las contiendas entre las naciones
nunca han sido mayores.
Además, la decadencia e inmoralidad humana, el hambre, la enfermedad, el
racismo y la competencia entre rivales étnicos, el crimen y la violencia están
explotando. ¿Hacia dónde nos están llevando estas tendencias declinantes?
¿Sobrevivirá la vida humana?
¿Qué depara el futuro? Todos quieren saberlo. Muchos tienen opiniones,
pero pocos reconocen dónde encontrar las respuestas. Otros piensan que entienden las profecías de la
Biblia — y esto probablemente es más cierto del libro de Apocalipsis. Sin
embargo, todas las interpretaciones humanas populares de ese libro, en el mejor
de los casos, rayan en lo ridículo. ¡Éstas son un completo revoltijo de ideas
donde un poco de verdad es mezclada con mucho error! Éstas son casi dolorosas
de leer — sin embargo, las principales revistas reportan que grandes números de
personas sí creen estos escenarios peligrosos y falsificados.
¿Cuál es la verdad acerca de la profecía? ¿Qué dice
realmente la Biblia acerca de los eventos que preceden al Retorno de Cristo?
Sus discípulos querían saber. Ellos le preguntaron: “¿Cuál será la señal de Tu venida y del fin del mundo [era]?”
Serias condiciones mundiales hacen que esta pregunta cobre relevancia
como nunca antes. ¡Nada de lo que ha ocurrido en los últimos 6.000 años se
puede ni aun remotamente comparar con lo que está por venir sobre este mundo!
La Biblia predice un tiempo de paz mundial, felicidad, abundancia y
prosperidad universal. Muchos pueden pensar que no hay esperanza para este
mundo — ¡pero sí la hay! Maravillosas buenas noticias están más allá de las
malas noticias de hoy. El gran Dios Creador pronto intervendrá y salvará a la humanidad
de sí misma. Pero antes de que esto ocurra, los problemas mundiales aumentarán
en gran manera — intensificándose en proporciones asombrosas. ¡Esto será
seguido por eventos catastróficos e inesperados que sacudirán al mundo entero! La civilización como
la conocemos cambiará para siempre.
Pero Dios no ha dejado a la humanidad sin una fuente de respuestas que revela en detalle lo
que está por delante. Trágica mente, creyendo que las cosas eventualmente “se arreglarán”, muchos cierran sus ojos, escogiendo perseguir el placer y la
acumulación de bienes materiales. Pero a corto plazo, las cosas no se arreglarán. Las condiciones
mundiales son — y serán — mucho más serias de lo que la mayoría se imagina.
Dios entiende la naturaleza humana y a dónde lleva siempre que se le
deja a su suerte. ¡Esto le permite a Él conocer y guiar los asombrosos eventos futuros que
ocurrirán a partir de ahora!
Ha llegado el tiempo de Dios para revelar lo
que está por venir. El escenario está preparado y Él ha levantado la cortina del
futuro. ¡Este mundo debe será divertido mientras aún haya tiempo! Así que usted debe ser advertido. ¡Apocalipsis
describe terribles plagas que han de venir y eventos que estremecerán la tierra
— que verdaderamente sacudirán la tierra! Preste atención. Si usted lo hace,
puede escapar de ellos (Lucas 21:36).
Un libro misterioso
¡Señales, sellos, símbolos, copas, visiones, trompetas, tronos, plagas,
ángeles, bestias, cabezas, cuernos, testigos, ayees, guerras, números,
multitudes, mensajes y misterio!
Apocalipsis contiene todos estos términos. Pero, ¿qué significan?
La mayoría piensan que el libro de Apocalipsis está sellado, cerrado al entendimiento. Es llamado un libro
misterioso sin
significado. No obstante, es un libro completo de importante — y
vital — significado. Éste está lleno de respuestas. ¡Los
términos anteriores pueden ser abiertos! Pueden ser entendidos — ¡y este revelador
folleto contiene las claves necesarias!
Usted será intrigado — incluso fascinado — por la claridad de lo que puede saberse del libro de Apocalipsis. Los
acontecimientos se están dirigiendo a un culminación final — ¡un tremendo clímax!
Usted puede saberlo.
Una tercera parte de la Biblia es profecía — ¡el
futuro escrito por adelantado! La Biblia contiene aproximadamente 750.000 palabras, con
aproximadamente 250.000 dedicadas a muchas, muchas profecías. Casi la mitad de
los libros del Antiguo Testamento están incluidos, ya sea en los llamados profetas “mayores”
(Isaías, Jeremías, Ezequiel), o “menores” (Oseas, Joel, Amós, Jonás, Miqueas,
etc.).
El apóstol Pablo explicó que la Iglesia del Nuevo Testamento estaba
“…edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas” (Efe.
2:20). Reconozca que, puesto que la Iglesia permanece en las palabras de los profetas, los
cristianos deben entender las profecías. Si Dios ordena a los hombres “vivir
por toda
palabra de Dios” (Mat. 4:4; Luc. 4:4; Deut. 8:3), ¡Él no excluiría un tercio completo que es profecía!
El profeta Daniel habló de un tiempo cuando “…muchos correrán de aquí
para allá, y la ciencia se aumentará” (12:4). Posteriormente, hablando del
tiempo del fin, él dijo, “…los entendidos comprenderán”
(vs. 10).
Cristo parafraseó directamente a Daniel en la profecía del Nuevo
Testamento del Monte de los Olivos. Es ahí donde Él respondió la pregunta de
los discípulos sobre la secuencia de los eventos a ocurrir al “fin de la era”.
Él reforzó las declaraciones de Daniel sobre esos eventos al decir: “El que
lee, entienda”
(Mat. 24:15).
Dios ha abierto — ¡revelado! —
a Sus siervos lo que está por venir. Él quiere que usted entienda. Él no quiere que usted esté
confundido, ignorante o temeroso del futuro.
Entonces, ¿qué han
de entender los sabios? Existen llaves importantes,
las cuales abren las
profecías bíblicas. ¡Pero el mundo nada sabe acerca de ellas! No es de extrañar
que tantos afirmen que el significado de Apocalipsis no puede ser explicado.
¿Cómo podrían ellos entender sin las llaves?
Imagínese. Cuarenta y dos por ciento de americanos actualmente creen que
pueden consultar a los muertos sobre asuntos que involucran el
futuro. Pero la humanidad se rehúsa a buscar y consultar a Dios. Sólo Él puede revelar el futuro. La humanidad
no puede, a través de la inteligencia, el razonamiento humano o el
descubrimiento científico, saber o discernir los eventos por venir. Y muchas
personas “religiosas” creen que el libro de Apocalipsis no ofrece ayuda de
cualquier manera, porque no puede ser entendido.
Pero Dios está trabajando en un Plan Maestro, que
involucra a cada ser humano. Sin embargo, Daniel 12:10 añade: “…ninguno de los impíos entenderá”, ¡porque
Dios no revela Su plan a aquellos que no le obedecen!
Salmos 111:10 dice: “Buen entendimiento tienen todos los que practican Sus mandamientos”.
¡Dios sólo le da entendimiento a los que hacen lo que Él dice!
Apocalipsis significa una revelación
Después que Daniel terminó de registrar la profecía, le pidió a Dios que
explicara lo que ésta significaba. Aunque Daniel fue usado para registrar el libro, aun él no lo entendió (12:8): “Y yo oí, mas no entendí”.
Dios le respondió, “Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta
el tiempo del fin”
(vs. 9 — la traducción Moffat es aún más fuerte al traducir esto “hasta la
crisis del fin”).

Veremos que esta asombrosa revelación de los eventos futuros fue sellada
con siete sellos separados. Es crucial entender otro punto clave: ¡Los siete sellos en la mano de
Dios esencialmente abarcan todo excepto los dos últimos capítulos del libro! Los siete sellos son abiertos uno a
uno, en secuencia. Cada uno revela eventos futuros antes que sucedan. Sólo
Cristo está calificado para remover los siete sellos y abrir el libro al entendimiento.
La palabra griega “apocalypse” es traducida como “revelación”. La
palabra en español en realidad significa revelar — no encubrir,
esconder, ocultar o cerrar. La definición del diccionario para revelación es: “El acto de revelar o dar a
conocer; algo revelado, especialmente una exhibición dramática de algo que
previamente no se conocía o comprendía”.
En el primer versículo del libro, el apóstol Juan registró las palabras
de Cristo: “La revelación de
Jesucristo… para manifestar a
sus siervos las cosas que deben suceder pronto”. Casi al final del libro,
Apocalipsis 22:10 dice: “No selles las palabras de la profecía de este
libro, porque el tiempo
está cerca”.
Comprenda las palabras de Juan. ¡El tiempo para entender el libro de
Apocalipsis está cerca
ahora!
Dios revela un marco básico para entender los eventos
futuros. Este marco es establecido principalmente en Daniel y Apocalipsis.
Daniel, registrado más de 600 años antes, prepara el escenario para el más
largo y más detallado libro de Apocalipsis, el cual describe eventos que no son
encontrados en ningún otro lugar de la Biblia.
Apocalipsis delinea una larga serie de eventos que se relacionan unos con
otros en un flujo continuo — abarcando una historia completa. Estos ocurren en orden de
secuencia de tiempo. (El centro de este folleto contiene dos gráficas de visión
general — una reseña y una historia — a las cuales el lector puede
referirse ocasionalmente.) Además, Cristo inserta periódicamente ciertos
eventos dentro del curso de Apocalipsis. ¡Usted entiende ahora la primera llave para
abrir el libro!
Capte este punto central y totalmente importante. Aunque hay llaves para entender Apocalipsis, ¡el libro
mismo es la llave más grande para entender casi todas las otras profecías en la Biblia!
Las señales de la venida de
Cristo son paralelas a los siete sellos
Una de las reglas básicas del estudio de la Biblia es dejar que la
Biblia siempre se interprete a sí misma. Esto probablemente nunca fue más
cierto que en el libro de Apocalipsis. Esto será hecho conforme progresemos a
través de la apertura de los siete sellos.
Puesto que Juan ve muchos símbolos,
necesitamos poder entender los eventos
reales que ellos representan. De otra
manera, no sabremos lo que está siendo descrito.
¿Cómo hacemos esto?
Marcos 4:10-12 y Mateo 13:10-15 tienen otra llave para entender cómo es que Cristo enseña. En ambos
lugares, Él explicó que habló en parábolas a fin que Sus verdaderos siervos lo entendiesen — ¡pero
los demás no! Lea
cuidadosamente estos versículos: “Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de
Él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es
dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por
parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y
oyendo, oigan y no
entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los
pecados” (Marcos 4:10-12).
¡Note exactamente lo que Cristo dijo! Sólo Sus siervos podían entender Su
verdadero significado. Otros podían pensar que lo entendían — ¡pero no pueden entenderlo!
Cristo nunca deja a Sus siervos en la oscuridad sobre los asuntos que Él
quiere que entiendan. Pero Él los registra en maneras que los mantengan ocultos
de la vista de todos los demás. Esto le ayudará a usted a ver por qué tan pocos entienden un libro que ha sido leído por tantos.
Ya hemos tocado el principio de que los “malvados” (injustos) no
entienden los eventos al cierre de la era. Pero aquellos que tienen el Espíritu
de Dios (Hechos 5:32; Juan 16:13) sí entenderán. Sólo a través del Espíritu
de Dios que guía a aquellos que le están obedeciendo pueden entender la verdad. Reconocer y
aceptar estos dos versículos es de vital importancia para cada lector de este
folleto — y del libro de Apocalipsis. Todos los que no buscan obedecer a Dios,
aunque puedan buscar
sinceramente entender las
muchas verdades de la profecía bíblica, están desperdiciando su tiempo.
Jesús explicó, en lenguaje
simple y claro, los eventos claves de los últimos días que preceden
y llevan al tiempo de Su segunda venida. Recuerde, los discípulos de Jesús le
preguntaron en privado: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de Tu venida, y del fin del siglo [la era]?” (Mat. 24:3; Luc.
21:7).
Debemos examinar brevemente el capítulo crítico de Mateo 24 para más pistas vitales, que explican los símbolos que
estudiaremos en Apocalipsis. Cristo dio una lista de seis eventos diferentes
que han de suceder antes de Su segunda venida. Ellos son precisamente paralelos con los que leeremos comenzando con
Apocalipsis 6.
Primero — falsos
profetas y falsos Cristos (vs. 5). Segundo — guerras (vs. 6) a lo largo de la
era, culminando en el tiempo del fin con guerra
mundial (vs. 7).Tercero — hambres (vs. 7). Cuarto — pestilencias (vs. 7). Es en este
punto que Cristo inserta una referencia a la destrucción de Jerusalén, en el
año 70 D.C., porque esto era un precursor, o tipo, del aún futuro asedio a
Jerusalén y la final “batalla de Armagedón” (revise Mateo 24:17-28 con Lucas
17:30-37). Por consiguiente, Mateo 24:9-28 (también Lucas 21:12-24) se aplican
al período del año 70 D.C., — pero
sólo como un tipo precursor del tiempo del fin, ¡al cual se refiere su advertencia literalmente!
Quinto, en Mateo 24:21-22, Cristo explica que ocurre la Gran Tribulación. Sexto, son las señales celestiales (vs. 29) —
cuando las estrellas caen y el sol y la luna son oscurecidos. La señal de la venida de Cristo (vs. 30) ocurre
en ese mismo tiempo. Su venida real es inmediatamente después de esto.
Ahora examinaremos a Apocalipsis, capítulo por capítulo.
Capítulo 1: Cristo es el
Revelador y el tema del libro
Entender quién es el verdadero autor de Apocalipsis — y entender el tema críticamente importante, la parte
central del libro, es vital. Sin estas llaves, muchos se han empantanado en
sus argumentos acerca de si el “Día del Señor” (vs. 10) es una referencia al
domingo — o si Juan, en vez de Cristo, es el autor del libro.
¿Por qué casi todos se refieren a este libro como “La revelación de San
Juan el Divino”? En ninguna parte se refiere a Juan como divino o el Revelador.
Note: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio,
para manifestar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró
enviándola por medio de Su ángel a Su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo,
y de todas las cosas que ha visto” (vs. 1-2).
¿Notó usted que el libro de Apocalipsis contiene las palabras de Jesucristo, como
el Revelador y no las palabras de
Juan? Juan fue simplemente un escriba — un secretario tomando
dictado.
Cualquiera que examine cuidadosamente este versículo verá claramente que
la Revelación se originó con Dios (el Padre), quien se la dio a Cristo. Cristo
envió y relató la revelación a través de Su ángel, quien después se la dio a
Juan: “que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de
Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto” (vs. 2). Juan simplemente registró estos eventos, preservándolos para los
siervos de Jesucristo — Su Iglesia del tiempo del fin.
Tan pronto como el libro fue copiado y canonizado (cerca del año 100
D.C.), los fundadores de la iglesia universal en desarrollo en Roma negaron su
origen. La muy facultada y famosa 11ª edición de La Enciclopedia Británica dice: “En vez de esto [Apo. 1:1] la
Iglesia sustituyó el nombre del discípulo a través de quien fue entregado el
mensaje por el de su Maestro, y designó nuestro Apocalipsis como ‘El
Apocalipsis de Juan’. Este título era familiar antes del fin del segundo siglo”
(vol. 23, p. 212).
Si las mejores mentes del mundo no pueden siquiera discernir el título correcto del libro — y su Autor — ¿cómo podrían discernir su mensaje?
Cristo usó a Juan para “dar testimonio de” (vs. 2) — escribir — lo que
Él estaba revelando. En pocas palabras, Juan escribió tres cosas: (1) La
palabra de Dios, (2) el testimonio directo (las palabras) de Cristo, y (3) lo
que él vio en visión.
Con este antecedente, usted entiende ahora la introducción del libro.
El tema
La mayoría de los eruditos generalmente suponen que el término “el Día
del Señor” es, de hecho, una referencia al venidero día de ajuste de cuentas, o
de juicio sobre el mundo, de Dios — ¡el día del Señor!
No obstante, casi nadie entiende la verdad. Sin el entendimiento
correcto de este versículo en el pensamiento de alguien, el libro completo no
tendrá sentido. Leer Apocalipsis se convierte en un ejercicio infructuoso.
Ahora note el versículo 10. Este versículo en realidad revela el enfoque
central o tema del libro completo. Entienda que Juan vivió hace 1.900 años —
mucho antes que los eventos de este libro hubieran de ser cumplidos. Él
escribió:“Yo estaba en el Espíritu en el día
del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta”.
Siglos de controversias han surgido de esta referencia, porque las
personas discuten sobre qué día de la semana se está refiriendo Juan. La
presunción es que él está hablando acerca del domingo, aunque la profecía no
dice nada parecido. Este versículo nada tiene que ver con el domingo — ¡y no es
una referencia a día alguno de la semana! El día de la semana en el que Juan pudo
haber recibido esta profecía es irrelevante.
El “Día del Señor” está hablando aquí del comienzo del periodo general
de los problemas del mundo. Esto incluye la Gran Tribulación y el Día del Señor
de un año de duración. Más de treinta profecías diferentes del Antiguo
Testamento se refieren al “grande y terrible día del Señor”.
El profeta Joel habla de ese día. He aquí una pequeña porción de cómo
describe ese día: “Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en Mi santo
monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día del Eterno,
porque está cercano. día de
tinieblas y de oscuridad, día de
nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un
pueblo grande y fuerte; semejante
a él no lo hubo jamás [este
es el peor tiempo en la historia], ni después de él lo habrá en años de muchas
generaciones. Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el
huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto
asolado; ni tampoco habrá quien de él escape” (2:1-3).
El profeta Sofonías es aún más gráfico: “Calla en la presencia del
Eterno el Señor, porque el día del Eterno está
cercano; porque el Eterno ha
preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados. Y en el día del sacrificio del Eterno castigaré
a los príncipes, y a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido
extranjero. Asimismo castigaré en
aquel día a todos los
que saltan la puerta, los que llenan las casas de sus señores de robo y de
engaño. Y habrá en aquel
día…” (1:7-10).
Unos versículos después, Sofonías da más comprensión de cuán terrible
será este tiempo. Considere este cuadro sobrio: “Cercano está el día grande del Eterno,
cercano y muy próximo; es amarga la voz del
día del Eterno; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto,
día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de
nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara… Y atribularé a los hombres, y andarán
como ciegos, porque pecaron contra el Eterno; y la sangre de ellos
será derramada como polvo, y su carne como estiércol” (vs. 14-17).
Esto representa una descripción horrible. El versículo 18 se refiere a
este tiempo como “el día de la ira del Eterno”. El versículo 17 identifica la causa de la ira de Dios: “porque [toda la
humanidad] pecaron contra el Eterno”.
Los eventos aquí representados — el tiempo del castigo de Dios — son
casi más horribles y aterradores de lo que las palabras pueden describir. Ese
día literalmente le pertenece a Dios. La conducta del hombre ha hecho enojar a
Dios. Y Él intervendrá pronto en los asuntos de este mundo y enviará plagas horribles
sobre una humanidad pecadora.
El Día del Señor es el tiempo verdaderamente terrible de los castigos,
plagas y juicios de Dios en la culminación de 6.000 años en que la humanidad ha
practicado el
pecado. ¡Cristo, a través de Juan, está revelando a Sus siervos lo que ocurre antes — y a través de —
Su retorno!
Ezequiel 8:3 da más comprensión acerca de cómo Juan pudo ser transportado 1.900 años
al futuro: “Y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en
visiones de Dios a
Jerusalén”. Al igual que Ezequiel, Juan estaba en visión — “en el espíritu” — desde la isla de
Patmos, donde él registró la Revelación. Dios proyectó a Sus siervos (a través
de visiones) a eventos futuros importantes para que ellos pudieran
registrarlos.
Estamos en el tiempo del fin, cuando Dios quiere que Sus siervos
entiendan los últimos eventos que preceden al retorno de Cristo. El libro de
Apocalipsis no habla de eventos desconocidos en el pasado distante. Éste
advierte de eventos colosales que surgen de los problemas mundiales que afectan
a las masas de la humanidad vivas hoy.
Entienda que el Día del Señor es la imponente parte central del libro completo.
Así, esto ha requerido más explicación para poder entender lo que leeremos en
el resto de este folleto.
En Apocalipsis 1:3, Dios dice: “…el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan [obedecen] las cosas en ella escritas”
son “bienaventurados”. ¿Cuál sería el punto de este versículo si Dios no quisiera que el lector — “el que oye”;
el que “guarda” (obedece) — lo entendiera? Ésta es una declaración importante
para todos lo que leen el libro. ¡Esto lo incluye a usted!
Los versículos 14-16 son una descripción directa de Cristo, como Él
existe ahora en toda Su gloria. Este es un cuadro inspirador. Tome un momento
para meditar al respecto — y cómo éste está muy lejos de la imagen común del
“Cristo” falso popular de este mundo con cabello largo, de complexión abatida y
con rostro triste: “Su cabeza y Sus cabellos eran blancos como blanca lana,
como nieve; Sus ojos como llama
de fuego; y Sus pies semejantes al bronce bruñido,
refulgente como en un horno; y Su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en
Su diestra siete estrellas; de Su boca salía una espada aguda de dos filos; y
Su rostro era como
el sol cuando resplandece en su fuerza”.
Hay dos tipos de símbolos usados en el primer capítulo de Apocalipsis.
Uno es mencionado en el versículo 12, donde Juan vio “siete candeleros de oro”.
También, en el versículo 16, él vio “siete estrellas” en la mano de Cristo.
Su significado es explicado al sólo continuar leyendo el contexto. La
explicación está en el versículo 20: “El misterio de las siete estrellas que has
visto en Mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son
los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son
las siete iglesias”.
¡Recuerde, la Biblia se interpreta a sí misma! Y sólo hemos introducido
el tema de los siguientes dos capítulos.
Capítulos 2 y 3: Los
mensajes a las siete Iglesias
Los capítulos 2 y 3 contienen los mensajes de Cristo a siete iglesias
diferentes en Asia Menor — hoy Turquía occidental. Combinados, estos mensajes
representan el primer mensaje general del libro. Estos están dirigidos a las
siete eras sucesivas, o etapas, de la Iglesia y abarcan todo el período del
Nuevo Testamento — ¡desde el tiempo en que Cristo edificó Su verdadera Iglesia (Mat. 16:18) en
el año 31 D.C., hasta Su segunda venida! Dios ha escogido trabajar con Su
Iglesia a través de eras sucesivas. Cada mensaje contiene una breve descripción de Cristo de la condición espiritual
de estas siete eras consecutivas de la Iglesia.
Estos mensajes no son dirigidos a las muchas, bien conocidas y
respetadas denominaciones del cristianismo profeso de este mundo. Éstos están
dirigidos a la única
y verdadera Iglesia de
Dios. Los hombres nunca han entendido los mensajes, porque nunca han reconocido
cómo identificar a la Iglesia de
Dios.
Todas son descritas como teniendo su propio conjunto único de problemas
doctrinales y espirituales (Esmirna y Filadelfia son excepciones) que
finalmente llevan a Cristo a levantar un nuevo líder para establecer la era
siguiente. Estas eras son conocidas como Éfeso (2:1), Esmirna (2:8), Pérgamo (2:12), Tiatira(2:18), Sardis (3:1), Filadelfia (3:7) y La odicea (3:14).
Estas eran realmente siete ciudades que estaban cerca una con la otra
(en ese orden) sobre una ruta postal en Asia Menor. Dios sabía que cada ciudad
reflejaría una actitud correspondiente, existente en la era a la que
representa. Cristo pudo usarlas para mostrar un patrón que abarcaría los 2.000 años de
historia de Su Iglesia.
La historia muestra que la mayoría en cada una de esas eras no escuchó
las advertencias dirigidas a ellos por Cristo. Esto nunca fue más cierto que al
final de la era. Aunque la Iglesia ha progresando ahora hacia la deplorable
séptima (o última) era, conocida como La odicea, los hermanos más fieles de la
Iglesia de Dios hoy son un remanente de la sexta era de Filadelfia. Ellos se
mantienen separados de la séptima y tibia era. (Lea nuestro folleto ¿Dónde está la Iglesia de Dios? y nuestro libro ¿Dónde está la verdadera Iglesia?
— ¡Y su increíble historia!)
Capítulo 4: Ante el trono
de Dios y los veinticuatro ancianos
Los capítulos 4 y 5 representan la preparación para la parte central de
Apocalipsis, la cual sigue a continuación. Éstos preparan el escenario para
revelar las grandes profecías que explican el tema del libro.
En el versículo 1, Juan describe una puerta abierta en el cielo y una
invitación de una gran voz para “subir” para que se le muestren las cosas “que
han de ser después de estas”. Entienda que Juan estaba realmente en una pequeña
isla (Patmos) en el Mar Mediterráneo y todo lo que él vio estaba ocurriendo en
visión. Él no estaba literalmente en el cielo.
En el versículo 2, Juan vio al Padre sobre Su trono, introduciéndolo y
presentando un cuadro magnífico del escenario en el que Dios existe. Rodeándole
hay 24 “tronos” más (tronos menores), ocupados por “veinticuatro ancianos”.
Es importante estudiar este capítulo con el capítulo 5, porque ambos
presentan un cuadro descriptivo de cuatro “bestias” (criaturas vivientes), así
como los veinticuatro ancianos — y Jesucristo, como el Cordero de Dios (vs. 6),
parado delante del trono de Dios.
Este escenario inspirador describe el entorno — la atmósfera — la
belleza magnífica — del trono de Dios. ¡La descripción es simplemente
impresionante!
Capítulo 5: Cristo quita
los sellos de la profecía
El versículo 1 describe al Padre sosteniendo el libro completo de
Apocalipsis (con siete sellos sobre él) en Su mano derecha. ¡En este punto, el
libro (en realidad un rollo o pergamino) está aún sin abrir — sellado — cerrado!
Ahora note: “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un
libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos”.
El siete es el número de completo para Dios — y, por supuesto, el libro
también estaba completamente sellado. Esto quiere decir que el significado de
la profecía ha permanecido oculto de la vista — ¡no
disponible a la
humanidad! Ni siquiera ha sido posible leerlo correctamente en la secuencia
apropiada, mucho menos entenderlo.
Aquí está la descripción: “Y vi a un ángel fuerte predicando en alta
voz: ¿Quién es digno de abrir el libro, y de desatar sus sellos? Y ninguno podía, ni en
el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni
aun mirarlo. Y yo lloraba mucho, porque no
se había hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo
(vs. 2-4).
El relato revela que nadie está calificado para abrir el libro.
Si tan sólo los hombres simplemente le creyeran a Dios, no habría habido tantos hombres, a través de
los siglos, dando sus interpretaciones de una profecía que
no puede ser posiblemente entendida. Como Daniel, que registró una profecía que
no entendió, Juan tampoco pudo comprender esta profecía. Él realmente lloró
porque no veía manera alguna de abrir el libro (vs. 5).
¡Es en este punto cuando Cristo, y sólo Cristo (no algún ser humano), es
estimado “digno” de QUITAR LOS SELLOS DEL LIBRO!
¡Entienda esto! La interpretación del libro de Apocalipsis no es la
interpretación de La Iglesia de Dios Restaurada, o de alguna persona dentro de
ésta, incluyéndome. Ningún hombre es capaz de abrir una sola profecía en
este libro.
El libro de Apocalipsis ha estado disponible en español desde que
la versión Reina-Valera fue traducida del griego original en 1569. Así, en la
superficie, este es un punto difícil de entender porque, por supuesto, muchos han abierto la Biblia en este libro y han
leído todos sus 22 capítulos. Pero ellos no lo han entendido correctamente. Porque no han creído al capítulo 5 —
que Jesucristo es la única autoridad para quitarle los sellos al libro.
Infinitas “interpretaciones” que difieren, compiten, son ideadas por los
hombres y crean mucha confusión, han flotado por casi 2.000 años. Los
novelistas populares modernos sólo han empeorado las cosas.
No se confunda acerca de quién es el único que puede abrir este libro
para un entendimiento correcto. Recuerde, el libro de Daniel es un acompañante
de todas las principales profecías de Apocalipsis, y su libro fue “sellado hasta
el tiempo del fin”
(12:9).
Cristo revela el significado de estas profecías: “Y vino, y tomó el
libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono” (Apo. 5:7).
Los veinticuatro ancianos
son explicados
Notemos algo más sobre los veinticuatro ancianos — y aclaremos un
malentendido que ha existido acerca de quiénes y qué son ellos.
Primero lea las referencias adicionales del capítulo 5: “Y cuando hubo
tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero;
todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de
los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro
y de abrir sus sellos; porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre nos [los] has redimido para Dios, de todo
linaje y lengua y pueblo y nación; y nos [los] has hecho para nuestro Dios
reyes y sacerdotes, y reinaremos [reinarán] sobre la tierra” (vs.
8-10).
Algunos dicen que los veinticuatro ancianos son tomados de seres humanos salvos.
Esta idea viene de una mala traducción de las palabras escritas en cursiva.
Esas palabras deben ser remplazadas por las palabras entre corchetes. Vea la
Versión Reina Valera Contemporánea y también la Biblia de las Américas. Ambas
lo traducen correctamente.
Esos ancianos son seres espirituales creados por Dios para que sean Sus consejeros.
Ellos probablemente fueron creados antes de la creación física, junto con los
querubines (Miguel, Gabriel y Lucifer — quien se convirtió en Satanás), los
serafines, los cuatro seres vivientes y los billones de otros ángeles (vs. 11)
que sirven a Dios.
Es imposible que los veinticuatro ancianos sean santos resucitados.
Jesús dice: “Nadie subió
al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el
cielo” (Juan 3:13). ¡Sólo cuando Cristo regrese a la tierra les será dada inmortalidad
a los cristianos (I Cor. 15:23)!
Los veinticuatro ancianos gobiernan con Dios en el cielo, teniendo
un papel de consejeros para Él. Los santos resucitados gobernarán sobre la tierra (Apo. 20:4; Mat. 5:5; Dan. 7:27).
Aunque la visión que Juan vio es abierta en el cielo, ésta refleja eventos que
ocurrirán “sobre la tierra”.
Capítulo 6: Los sellos son
abiertos
Ahora llegamos al críticamente importante capítulo 6 — y el comienzo de
la remoción, uno por uno, por parte de Cristo de cada uno de los siete sellos.
Primero, entienda de nuevo que, comenzando con el capítulo 6, la
apertura de los siete sellos abarca los próximos 15 capítulos del libro. Pero
debido a que el capítulo 6 explica seis de los siete sellos, obviamente ellos
no reciben individualmente una gran cantidad de espacio. El séptimo sello es tan importante — y tan multifacético — que Dios le dedica
mucho espacio a su explicación completa. ¡La mayor parte del resto del
libro está dedicado sólo al séptimo sello!
Esta es otra clave para
entender el libro completo.
¡El mundo ve el Apocalipsis como un mensaje místico y uno críptico
de condenación!
Los primeros cuatro sellos son representados por cuatro jinetes, sobre cuatro
caballos de diferentes colores. Desde luego, mucho se ha dicho y escrito sobre
ellos. Pero “los cuatro jinetes del Apocalipsis”, como se les menciona
comúnmente, son aun vistos como horrores misteriosos e inexplicables que serán desencadenados sin
advertencia sobre el mundo.
Para entender claramente el primer
sello de Apocalipsis 6:2,
debemos aceptar un hecho básico. Recuerde, el término griego apocalypse significa simplemente “revelación”.
Así que expliquemos ahora lo que ha de ser revelado — los siete
sellos.
Leeremos la descripción de cada sello antes de discutirlo. ¡Recuerde, Dios
quiere que Sus siervos — “los sabios” — entiendan!
El primer sello — FALSOS
CRISTOS
Examinemos ahora el primer
sello: “Vi cuando el Cordero abrió uno de los
sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de
trueno: Ven y mira.Y miré, y he aquí un caballo
blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una
corona, y salió venciendo, y para vencer” (vs. 1-2).
Lo que Juan registra está escrito en símbolos. Él no habla en lenguaje claro. Es imposible
entender estos símbolos al simplemente volver a leer Apocalipsis 6 una y otra
vez hasta que el significado correcto de alguna manera “aparezca en
su cabeza”.
Es absolutamente crítico reconocer que una lista infinita de
interpretaciones humanas está disponible sobre lo que este
caballo y los otros representan. Pero, una vez más, la Biblia interpreta a la
Biblia. ¡Debemos permitirle a Cristo que explique lo que Él
está abriendo! Nadie más tiene autoridad para hablar de lo que Dios
le dio a Cristo — ¡y le autorizó a revelar!
Cristo interpreta
Cristo revela el significado del caballo
blanco. Recuerde que Sus discípulos le preguntaron en Mateo 24: “…
¿cuándo serán estas cosas, [la destrucción del templo] y qué señal habrá de Tu
venida, y del fin del siglo?” (vs. 3).
Entienda que Cristo está hablando tanto en Mateo 24 como en Apocalipsis 6. Él
está abordando las mismas preguntas en ambos capítulos. Él responde a Sus
discípulos listando, en
secuencia y orden de tiempo, los eventos y las tendencias que
preceden al fin de la era — y por lo tanto de Su venida.
Note ahora que hay un paralelo exacto entre Apocalipsis 6:1-2 y Mateo
24:4-5: “Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque
vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo [que Cristo es Cristo]; y a muchos engañarán”.
¡Esto es correcto! Cristo advirtió que muchos serán engañados por aquellos que dicen
representarlo — y no pocos.
El caballo
blanco que Juan
describió representa falsos “cristos”. He aquí la prueba. El que
está sentado sobre este caballo es en realidad una falsificación del verdadero Cristo y una falsificación de Su segunda venida, descrita en
Apocalipsis 19:11-16. Ahí, el verdadero Cristo empuña una espada aguda
de dos filos, mientras que el falso cristo está representado como llevando
un arco. ¡No pase por alto esta
diferencia crítica!
Aquí está una descripción parcial del verdadero Cristo regresando en gran poder y
gloria. Aunque sí se le muestra cabalgando en un caballo blanco, el resto de la
descripción es muy diferente: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el
que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga
y pelea… De Su boca
sale una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar
del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso” (vs. 11-15).
Considere por un momento. La mayoría de quienes estudian Apocalipsis
creen que el caballo blanco del primer sello ilustra al verdadero Cristo, viniendo antes de que la
guerra, el hambre y las enfermedades, etc., golpeen la tierra. ¡Qué ridículo!
Tal ignorancia y mal entendimiento ha oscurecido el tiempo del regreso glorioso
de Jesucristo, descrito en Apocalipsis 19:11-16. Ésta no es sino una forma más
que la religión falsa — el otro caballo blanco — ha engañado al
cristianismo profeso.
Capítulos paralelos
Antes de proseguir, leamos más de la respuesta de Cristo a Sus
discípulos en Mateo 24. Esto nos preparará para ver más allá el paralelo
preciso entre ella y Apocalipsis 6.
Note cuidadosamente: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis,
porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se
levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes,
y hambres,
y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto
será principio de dolores”
(vs. 6-8).
Cristo da una respuesta directa a una pregunta directa. Los eventos que
Él describe no requieren interpretación. De hecho, éstos son la interpretación de Cristo de
Apocalipsis 6. Al tenerlas en mente a medida que leamos la apertura de los
sellos restantes, tenemos a Cristo diciéndonos por anticipado lo que estamos
viendo — y lo que significan los símbolos. Todo misterio es
eliminado.
El mismo Cristo no daría dos versiones diferentes de lo que sucede inmediatamente antes
de Su regreso. ¡Él no les diría una cosa a Sus discípulos del primer siglo y les daría una explicación
completamente diferente a Sus siervos del siglo
XXI! Esto debería de ser obvio.
Pero es importante entender que sólo AHORA, después de casi 2.000 años,
el libro de Apocalipsis puede ser abierto al completo entendimiento para todos
aquellos que escuchen. Las palabras siempre han estado ahí, pero su significado
ha estado “sellado hasta el tiempo del fin”.
¡Capte lo que acabe de leer!
En efecto, Cristo ha dado un noticiero por adelantado — titulares de periódico — de eventos que ahora
están justo delante. Mateo 24, junto con Marcos 13 y Lucas 21, conforman lo que
comúnmente es llamado “La profecía del Monte de los Olivos”, porque Cristo la
pronunció mientras estaba sentado con Sus discípulos en el Monte de los Olivos.
La totalidad de estos tres capítulos contiene mucha más información que sólo Mateo 24:3-8. Pero aún no
estamos preparados para discutirla.
En Juan 1, Cristo es mencionado como “el Verbo”. Compare el versículo 1
y el versículo 14. “El Verbo” es traducido de la palabra griega logos, que significa
“Vocero”. En realidad, ¡Jesucristo no sólo inspiró Mateo 24 y Apocalipsis 6,
sino también la Biblia completa!
Para aquellos con “ojos para ver y oídos para oír”, en Mateo 24, Cristo
está revelando en lenguaje
claro el verdadero
significado de los símbolos registrados
en Apocalipsis 6.
¡Entender la última oración es la clave singular
más grande para entender el libro completo de Apocalipsis!
Las parábolas son muy parecidas a los símbolos. Ambos son distintos de las cosas o
figuras reales que están siendo descritas. Como explicamos, aunque la mayoría
cree que Cristo habló en parábolas para ilustrar Su significado, Él dijo lo contrario
en Marcos 4:10-12, cuando estaba discutiendo la parábola del sembrador y la
semilla. La razón real por la que Cristo habló en parábolas fue para ESCONDER
Su significado. ¡Lo mismo es cierto de los símbolos! Es el uso de estos
símbolos en Apocalipsis 6 lo que mantuvo la profecía cerrada — ¡sellada!
Si usted lee el relato en Marcos, encontrará que Cristo explica la
parábola del sembrador privadamente a Sus discípulos. Esto es exactamente
lo que Él hizo en Mateo 24. Él explicó privadamente a Sus discípulos de entonces, y para
Sus discípulos del tiempo del fin, el significado de los símbolos de
Apocalipsis 6.
Cuando los discípulos quisieron entender los eventos que precederían el
Regreso de Cristo, ellos le preguntaron a ÉL, no a algún clérigo o teólogo mal
informado, quien no habría tenido idea de lo que se estaba hablando.
Usted puede hacer lo mismo. Cristo es “el mismo ayer, hoy y por los
siglos” (Heb. 13:8). ¡Lo que Él les reveló a los discípulos mucho tiempo atrás
es igual de verdadero para nosotros hoy! Y los eventos están profetizados a
ocurrir en nuestro tiempo. Por lo tanto, si los
discípulos del primer siglo deseaban saber la respuesta a su pregunta de Mateo
24:3, ¿cuánto MÁS deberían los discípulos de hoy querer entender claramente lo
que afectará directamente sus
vidas?
Entienda un punto final acerca de la explicación de Cristo sobre la
apertura de los sellos. Cada uno representa una tendencia profética que
comienza y
permanece continua desde
el momento en que se abre, todo el camino hasta Su Segunda Venida.
En II Corintios 11:13-15, Pablo registró cómo los falsos ministros (o
falsos Cristos) hacen su trabajo — engañando, defraudando y causando que vastos
números de personas acepten los Cristos falsificados (vs. 4). Si bien esto ha estado
sucediendo por 2.000 años, ¡todos — excepto los pocos a quienes Cristo les está
revelando Su preciosa verdad — están completamente inconscientes de ello! Esto
incluye la engañosa mala interpretación del libro completo de Apocalipsis. (Lea
nuestro folleto El
caballo blanco — “Muchos vendrán en mi nombre…” para ver una explicación mucho más
detallada del caballo blanco.)
Los falsos ministros y los engañadores fueron profetizados para engañar
a los “muchos” — no a los “pocos”.
Casi inmediatamente después de la muerte y resurrección de Cristo, los falsos
ministros y los engañadores entraron a Su rebaño verdadero. Ésta es la
verdadera razón por la cual Él le advirtió a cada una de las siete eras en los
capítulos dos y tres con mensajes separados.
El segundo sello — GUERRA
Cuando se abre el segundo
sello, aparece un caballo
rojo: “Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía:
Ven y mira. Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo
montaba le fue dado poder de quitar
de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada” (Apo.
6:3-4). Al igual que Cristo en Apocalipsis 19, la espada aquí se ilustra como
un instrumento de guerra y para dar muerte.
Este caballo y su jinete “quitan la paz de la tierra”. Lo opuesto a la
paz es la guerra. Cuando se remueve la paz, la guerra es lo que permanece. Esto
representa las “guerras y rumores de guerra” a las que Cristo se refería en
Mateo 24:6.
Las guerras han continuado y empeorado considerablemente desde el tiempo
de la profecía de Cristo. Pero esta parte de la asombrosa visión de Juan tiene
las implicaciones más graves para todos los que hoy están vivos en la tierra.
Este jinete representa la terrible destrucción de la guerra mundial. En
la profecía paralela de Mateo 24, la guerra sigue inmediatamente a la religión falsa. Al
final de la era, el potencial para la devastación en la guerra se ha vuelto tan
grande, que tiene el poder de quitar la paz no sólo de de dos o más naciones,
sino ahora “de la tierra”.
Sólo en la era moderna han estado disponibles tan terribles armas de
destrucción masiva. El siglo XX vio las dos guerras más devastadoras en la
historia, con la 2° Guerra Mundial mucho más destructiva que la 1° Guerra
Mundial.
Estamos ahora en el último receso — intermedio — que precede al momento
de la guerra verdaderamente más grande, que está profetizada a exceder a
cualquier otra del último siglo. Una humanidad rebelde y pecadora pronto
alcanzará el fin de su soga. Hemos alcanzado un tiempo cuando el potencial de
la guerra no puede empeorar, pero ahora puede borrar toda la vida de la tierra en una explosión
final de completa destrucción — si Cristo no interviene y “acorta” los eventos
(vs. 22). (Lea nuestro folleto gratuito El
caballo rojo – “Y oiréis de GUERRAS…” para entender más profundamente sobre
lo que Cristo quiso decir con esta advertencia.)
Pero el patrón de la historia es que el hambre siempre sigue a la guerra. Es por esto
que el hambre (el tercer sello) le pisa los talones a la guerra (el segundo
sello).
El tercer sello — HAMBRE
El tercer
sello se abre y aparece
un caballo negro,
símbolo del hambre: “Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven
y mira. Y miré, y he aquí un caballo
negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una
voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo
por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite
ni el vino” (Apo. 6:5-6).
Esto representa una hambruna mundial extrema, más allá de cualquier cosa
que la civilización haya visto alguna vez. Esta condición devoradora se está
apoderando de todo el mundo en una manera extraordinaria. El hambre es ahora mucho peor de lo que la mayoría se
imagina. (Lea nuestro extenso folleto gratuito: El caballo negro – “Y habrá
hambres…”)
El cuarto sello —
ENFERMEDADES
La apertura del cuarto
sello revela un caballo amarillo, el
cual representa pestilencia o enfermedad: “Cuando abrió el cuarto sello,
oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y
el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada
potestad sobre la
cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad, y con las fieras de la tierra” (vs. 7-8).
Este caballo es descrito como amarillo porque está enfermo. Éste
obviamente representa enfermedad — ¡pestilencia! Invariablemente, la guerra lleva al
hambre — y la desnutrición resultante lleva a la enfermedad. Nuevas
enfermedades, o las antiguas empeoran, parecen estar apareciendo casi a diario.
La tasa de muerte por enfermedad alrededor del mundo es asombrosa — ¡ahora más
de un cuarto de millón mueren cada
día! Como con el cumplimiento de los otros sellos, hay mucha más
información disponible sobre enfermedades que empezaría a encajar en este
folleto. (Lea nuestro folleto gratuito y bien investigado: El Caballo Amarillo – “Y habrá pestilencias…” para entender más acerca del creciente
sufrimiento mundial en el despertar del caballo amarillo.)
El quinto sello — LA GRAN
TRIBULACIÓN
La apertura del quinto
sello no revela un
caballo. En su lugar, da una breve visión en conjunto del pronto venidero peor
tiempo de problemas mundiales en la historia (Mat. 24:21) — ¡la Gran
Tribulación!
De nuevo, muchas profecías tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento explican y describen este período. Esta serie de eventos mundiales
será verdaderamente colosal en naturaleza — y explicarla exhaustivamente
implica más que el espacio disponible en este folleto.
Por supuesto, las más terribles guerras, hambres y enfermedades que aun
están por delante. Éstas se intensificarán grandemente antes que comience la
Gran Tribulación. Aún así, recuerde que, después que Cristo hubo descrito los
primeros cuatro sellos, más
los terremotos, Él concluyó: “Y todo esto será principio de
dolores [dolores de parto o tribulación]” (Mat. 24:8). Estos están muy lejos de
ser el fin del asunto.
La siguiente cosa que sigue a estos eventos y condiciones de inicio es la Tribulación. Pronto
comprobaremos esto.
Pero primero necesitamos explicar otro aspecto importante de lo que
significa la Tribulación.
He aquí lo que Cristo les dijo a Sus discípulos que ocurriría a
continuación: “Entonces [ellos] os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por
causa de Mi nombre” (Mat. 24:9).
Ahora entienda algo. Dos pronombres aparecen en este pasaje — “ellos” y
“vosotros”. Cristo hizo esto por una razón muy específica. Siempre que se
estaba refiriendo a los verdaderos cristianos, Él habló de “vosotros”. Aquellos
que eran engañadores y no eran de la verdad — los muchos que están falsamente
convertidos — a menudo son mencionados como “ellos” u otro pronombre similar.
Algunas veces el término “vosotros” también puede referirse a Israel o
Judá como nación,
o a ellos y a los verdaderos cristianos. Siempre
que el pasaje está hablando nacionalmente, se está refiriendo ya sea a Israel,
o a Judá, o a ambos. Cuando lo juntamos con Marcos 13 y Lucas 21, es bastante
obvio que Cristo se está refiriendo a ambos.
El martirio final de los
santos

El quinto sello describe el martirio de los verdaderos santos (junto con
vastos números de las naciones de Israel y Judá). Esto ocurre durante la
Tribulación. El versículo 11 es una instrucción simbólica de los mártires de la
Edad Media, para que esperen este último martirio del tiempo del fin.
El contexto se desarrolla con las almas haciéndole una pregunta a Dios.
Algunos citan estos versículos para validar tanto la doctrina del alma
inmortal y que los salvos van al cielo — y así pasan por alto el punto completo
de lo que Cristo está revelando. Ellos, obviamente, tampoco ponen este
versículo con la explicación de Cristo en Mateo 24:9.
Esta descripción no es literal, sino más bien simbólica, como lo es
mucho de Apocalipsis. Nadie cree que esos cuatro caballos son literales. Es
obvio que son simbólicos y parte de una visión.
Un estándar consistente debe ser usado, sin escoger al azar que pasajes son
literales y cuáles son parte de una visión.
En visión,
a Juan se le mostró una vista preliminar de un evento futuro (“después de
estas” 4:1). Puesto que Juan estaba “en el espíritu” a medida que los sellos
fueron abiertos (vs. 2), los eventos que él atestiguó no estaban ocurriendo
realmente cuando los vio. Esos eran pre-
visualizaciones celestiales de
cosas que sucederían posteriormente en
la tierra.
Tras la apertura del quinto sello (Apo. 6:9), Juan dice: “…vi bajo el
altar [en la base] las almas de los que habían sido muertos”.
Recuerde, en la visión, a Juan le fue mostrado el futuro. Un largo
período de martirio había tenido lugar (hasta y a lo largo de la Edad Media).
Un martirio posterior (la Gran Tribulación) aún está por ocurrir en nuestro
tiempo. Las almas de quienes ya estaban “muertos” fueron los cristianos
martirizados a través de las eras. A estos primeros mártires se les fue dicho
que: “…descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número
de sus consiervos y
sus hermanos,
que también habían
de ser muertos como
ellos” (vs. 11).
Muchos del pueblo de Dios en el tiempo del fin se han apartado
parcialmente de estar cerca de Él, o tan encendidos por Su verdad y Su obra
como deberían estar. Ellos no han estado orando, estudiando, ayunando,
meditando y buscándole en una base diaria como deberían. Esto les ha permitido
a muchos ser engañados y caer en diversas doctrinas falsas. Sólo la Tribulación
despertará a estos hermanos — ¡e incluso entonces sólo a la mitad de ellos
(Mat. 25:1-12)!
Durante la Tribulación, habrá una gran persecución religiosa. Cristo fue
muy específico sobre esto en Mateo 24: “Muchos tropezarán entonces, y se
entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y
por haberse multiplicado la maldad, [la anarquía — ocurriendo a nivel mundial],
el amor de muchos se enfriará [Rom. 13:10; I Juan 5:3]. Mas el que persevere hasta el fin,
éste será salvo… Porque habrá entonces gran
tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta
ahora, ni la habrá… Porque se levantarán falsos
cristos, y falsos
profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere
posible, aun a los escogidos” (vs. 10-13, 21, 24).
¡Los escogidos deben permanecer en guardia!
Esta es una profecía muy específica acerca del gran engaño que seduce a
“muchos”. Las “almas bajo el altar” esperan el castigo de Dios de los grandes
poderes gubernamentales que los persiguieron, cuando Dios “vengue [su] sangre”.

Las “almas” (los santos muertos) clamando “vengas nuestra sangre” (Apo.
6:10) es comparable con la sangre de Abel (su vida
— note Lev. 17:14) clamando a Dios desde la tierra
(Gén. 4:10). Puesto que ni la sangre ni los muertos hablan (Sal. 115:17; Ecl.
9:5, 10), el significado es simbólico y no literal.
En Mateo 24:9-10, Cristo estaba describiendo realmente un martirio final
aún por ocurrir entre Su pueblo. Por lo tanto, las “almas bajo el altar”
representan a aquellos esperando un martirio futuro de los santos tibios. Ellos
son aquellos de la séptima y última era (Laodicea) mencionada antes, y descrita
en Apocalipsis 3:14-22.
Invasión y cautiverio
La Tribulación incluirá también la invasión y el cautiverio de las “diez
tribus perdidas” de los descendientes modernos de Israel y Judá (la nación moderna de Israel).
Reconozca que Dios a menudo trabaja proféticamente a través del
principio de la dualidad. Muchas profecías funcionan de esta manera.
Por ejemplo, I Corintios 15:21-22 muestra que Adán fue un tipo de Cristo, y
viceversa.
Casi todos desconocen que algunas profecías tienen primero un
cumplimiento antiguo,
luego uno típico y finalmente un gran cumplimiento final. Esto ocasiona
terribles problemas para aquellos que están tratando de entender y explicar las
profecías. Los resultados son siempre mezclados y confusos.
En Mateo 24:2, Cristo profetizó que el templo sería destruido por
completo, sin que quedase piedra sobre piedra. Esto ocurrió en los años 69 y 70
D.C. a la nación de Judá, como un tipo anticipado de un cumplimiento final,
muy sorprendente al final de la era.
He aquí cómo describió Cristo este gran cumplimiento final de invasión
nacional, guerra y cautiverio: “Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que
críen en aquellos días! porque habrá gran
calamidad en la
tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán
llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los
tiempos de los gentiles se cumplan” (Lucas 21:23-24).
Esto describe un tiempo de un temor, terror y horror verdaderamente
grande para los pueblos modernos y naciones de Israel. (Lea nuestro libro
gratuito América y Bretaña en profecía para aprender más sobre quiénes son y
dónde están hoy esos pueblos, y por
qué están ellos
profetizados a atravesar un castigo nacional tan grande.)
Debemos examinar ahora una inserción de la profecía que precede y
conduce a la Gran Tribulación. Ésta explica por qué usted está leyendo este
folleto: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas
las naciones; y entonces vendrá el fin”
(Mat. 24:14).
El verdadero evangelio es acerca del reino de Dios. Los hombres han
ideado muchos evangelios falsos, pero Cristo predicó un mensaje acerca de un
pronto venidero gobierno mundial a ser establecido a Su regreso. Esta Obra está predicando esta maravillosa
verdad, y acerca de cómo la Ley de Dios espiritual y perfecta será pronto
establecida en todas las naciones. Ésta es la maravillosa buena noticia
mencionada anteriormente — la palabra “evangelio” significa buenas
noticias. ¡Cuando nuestra tarea esté completa, “entonces vendrá el fin!” (Lea nuestro
folleto gratuito ¿Cuál
es el verdadero evangelio?)
El mundo ahora nada sabe de la Ley de Dios porque ha rechazado al Dios
verdadero. Esto lo ha dejado cortado de Él (Isa. 59:1-2; Jer. 5:25). Como
resultado, un castigo terrible debe ocurrir antes de que el reino de Dios sea
establecido.
Aunque aún hay tiempo para anunciar el reino de Dios, el tiempo pronto
acabará. Algunos pocos aún se volverán a Dios como resultado de esta Obra, que
es un cumplimiento directo de la profecía de Cristo en Mateo 24:14. ¡Que usted
“oiga y entienda” mientras aún hay tiempo (Lucas 21:36)!
El sexto sello — SEÑALES
CELESTIALES
A continuación viene el sexto
sello — las señales celestiales o
astronómicas: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y
la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja
caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento” (Apo. 6:12-13).
¿Cómo sabemos que las Señales Celestiales vienen directamente después de
la Gran Tribulación? Aquí están las palabras de Cristo: “E inmediatamente después de la
tribulación de
aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,
y las potencias de los cielos serán conmovidas” (Mat. 24:29).
Esta es una descripción casi literal, frase por frase de Apocalipsis
6:12-13. El paralelo es inconfundible. Cristo ha interpretado una vez más el sexto
sello, y su tiempo, para nosotros. La frase: “inmediatamente después de la
tribulación” remueve toda duda acerca de cuándo ocurren las Señales Celestiales.
La llegada de las Señales Celestiales presagia un gran cambio general en
la dirección — y velocidad — de los eventos. Esto es comprendido al continuar
en Apocalipsis 6, unos pocos versículos después. Note: “Porque el gran día de Su
ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (vs. 17).
Ahí está en un español claro. El Día del Señor, o el Día de la Ira de
Dios, sigue al sexto sello. ¡Los cielos y la tierra son sacudidos! ¡Este tiempo
revela el asombroso poder de Dios! Esto no se compara con nada
que haya sucedido antes, o que vaya a suceder de nuevo alguna vez.
El profeta Joel estaba hablando de este tiempo cuando el asombroso poder
y la gran ira de Dios serán desplegados cuando él dijo: “El sol se tornará en
tinieblas, y la luna en sangre, antes que
venga el día grande y espantoso del Eterno” (2:31).
Algunos han asegurado que esas señales ya han ocurrido. ¡Esto es imposible! Mateo 24
hace claro que todas esas señales siguen
— no preceden — a la Tribulación. Además, cuando
ocurren, ya sea son seguidas inmediatamente por, o acompañan a la señal de la venida de Cristo (vs. 29-30).
El período terrible de la Ira de Dios está profetizado a durar un año completo — después de los dos años y medio del
inicio de la Tribulación. He aquí cómo lo describió Isaías: “Porque es día de
venganza del eterno, año de
retribuciones en el pleito de Sión” (34:8). Jeremías se refiere a este período
como “el año
de… castigo” (11:23; 23:12 — vea también Eze. 4:6 y Núm. 14:34).
Un gran terremoto
Note que el versículo 12 habla de un “gran terremoto”. Este terremoto
ocurre después del quinto sello, tras la apertura del sexto sello. El tiempo
terrible del quinto sello involucra la invasión militar y el cautiverio de los
pueblos de las naciones modernas (que sólo son tribus que han crecido) de
Israel. Este incluye los dos años y medio de sufrimiento y tribulación sin
paralelo — sin comparación en la historia. ¡Esto viene en esta generación — pronto!
Por su propio tiempo y contexto, este terremoto proclama el fin de la tribulación y el inicio
de las señales que aparecen en los cielos.
Apocalipsis 6:12 dice: “Miré cuando él abrió el sexto sello, y he aquí
fue hecho un gran
terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la
luna se volvió toda como sangre”.
Este evento también fue cubierto en Mateo 24:29. Vuelva a leerlo: “E
inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se
oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,
y las potencias de los cielos serán conmovidas”.
Lucas 21:25-26 describe este mismo evento: “Entonces habrá señales en el
sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes,
confundidas a causa del bramido
del mar y de las olas [tsunamis]; desfalleciendo los hombres por el
temor y la
expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de
los cielos serán conmovidas”.
Este terremoto será tan terrible que “cada monte” y “cada
isla” será sacudido y cambiado de posición (Apo. 6:14).
Recuerde, ¡este es el tiempo de la gran ira de
Dios! Este terremoto será mundial en su alcance. Pero la topografía de toda la
tierra no necesariamente será cambiada por un terremoto final. Este proceso
parece tener lugar en etapas. Dios lo hará suceder de tal manera que preserve
la vida en la tierra, con cada uno de los cinco terremotos finales contribuyendo en
algún aspecto de la transformación.
Si sólo un terremoto catastrófico hiciese esto, ello podría amenazar a
toda la vida sobre la tierra. Aún así, sólo una décima parte de la humanidad
sobrevivirá hasta el milenio. Otra vez, este terremoto anuncia el sexto sello — las Señales Celestiales.
Note la descripción de Isaías de este tiempo: “Aquel día arrojará el
hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que
le hicieron para que adorase, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en
las cavernas de las peñas, por la presencia formidable del Eterno,
y por el resplandor de su majestad, cuando se levante
para castigar la tierra (2:20-21).
Esto es comparable a Apocalipsis 6:15-16.
Todo Apocalipsis 6:14-17 muestra que esta señal representa a los cielos enrollándose juntos como un rollo.
Este tiempo será tan terrible que Juan registra a las personas aterrorizadas,
escondiéndose en cavernas y rocas y clamando la muerte. El versículo 17
pregunta: “… ¿y quién podrá sostenerse en pie?” ¡Las masas temen enfrentarse a
la Ira completa del Único a quien han desobedecido!
Tres eventos mundiales

Los líderes religiosos de este mundo están en ignorancia casi completa
de cómo vendrán estos tres grandes eventos que sacudirán la tierra — en qué orden aparecen. La
mayoría cree que éstos son sinónimos.
¡No lo son!
"Los 4 jinetes del Apocalipsis"


¡A los que no estuvieron inscritos en el libro de la vida, Fueron Lanzados
al lago de fuego!
- Adicción a medicamentos
recetados aumenta en América
- Ataques con ácido se
esparcen alrededor del mundo
- Estudio — Más esposas
admiten engañar a su cónyuge
- Católicos y luteranos
observarán conjuntamente el aniversario de la reforma
- 260.000 Somalíes mueren
durante la severa sequía
- Nuevo tipo de gripe aviar
se esparce
- Maestros de RU — Niños más
problemáticos
- Iglesia católica
continúa abogando por el domingo como “día de reposo”
- Juegos mortales haciéndose
prevalentes entre adolescentes
- Súper bacterias en aumento
- Aquí está La Iglesia de
Dios Restaurada
- ¡Como llegará LA PAZ
MUNDIAL!
- ¿Cuál es el VERDADERO
EVANGELIO?
- ¿Días santos de Dios o
festivales paganos?
- ¿Dónde está la verdadera Iglesia?
- ¿Enseña la Biblia la
predestinación?
- ¿Existe Dios?
- ¿Hay vida después de la
muerte?
- ¿Por qué existe usted?
- ¿Qué es la fe real?
- ¿Qué es la Salvación?
- ¿Qué es la verdadera conversión?
- ¿Qué significa bautismo en el agua?
- ¿Quién es el Diablo?
- ¿Son estos los Últimos Días?
- El asombroso potencial del
hombre
- El Día de Reposo – ¿Se ha
perdido el tiempo?
- El Medio Oriente En La
Profecía Bíblica
- El verdadero origen de la
Navidad
- Elimine Todas Sus PREOCUPACIONES FINANCIERAS
- LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA
– ¿ …puede comprobarse?
- La RESURRECCIÓN de CRISTO
no fue en domingo
- La TRINIDAD – ¿Es Dios tres
en uno?
- La verdad escondida
detrás del MAQUILLAJE
- Las leyes para el éxito
- Usted puede construir un
matrimonio feliz
Puesto que todos hemos pecado, y la
paga del pecado es muerte (Romanos 6:23), debemos de buscar todo nuestro apoyo
en la gracia de Dios, si es que deseamos ser salvos. Esta gracia se mantiene al
alcance de todos. Pablo afirma que somos "justificados (perdonados)
gratuitamente por su gracia, mediante la redención (salvación) que es en Cristo
Jesús" (Romanos 3:24).
@Carini777